viernes, 27 de diciembre de 2013

Una gota de solidaridad

Ayer por la mañana tuyo lugar la segunda salida de este equipo primerizo, que en apenas unas horas pudo comprobar cuanto buen corazón anda por ahí suelto.
Y es que ya se han sumado a este proyecto, ¡al menos 7 establecimientos! Lo cual viene a decir que en tan solo dos días ya existen en Pamplona siete bonitos rincones que podrán palpar la solidaridad de la gente.
Pero no solo han sido estos lugares los que han aportado tantísimo. También nos topamos en nuestro camino con personas que al enterarse de en qué consistía la iniciativa, pagaron ya sus primeros cafés pendientes.
No nos olvidamos tampoco de aquellos que ayudáis vía redes sociales a que esto se vaya haciendo cada día más grande. Ya sea difundiéndolo, prestándoos para colaborar en lo que sea, o bien expresando vuestro apoyo más sincero, os damos las gracias.
Esperamos que esto siga avanzando, despacito, pero sin pausa, siempre hacia delante, sin horizonte claro.
Es verdad que a veces nos preguntamos a nosotros mismos si algo de lo que hacemos va a cambiar un poquito el mundo de alguna forma, si de verdad es algo necesario. Y en ese momento puede parecernos que nuestras buenas acciones son muy poquita cosa, y en parte es probable que lo sean. Pero siempre que lo sintamos así podemos acordarnos de lo que dijo Teresa de Calcuta:
"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota".




martes, 24 de diciembre de 2013

Cada vez somos más

Aquí os presento a la gente que está haciendo posible que todo esto tire hacia delante, hoy toca darles a todos un GRACIAS enorme por ser cómo son y por la ilusión con la que se han volcado, ya que gracias a ella las cosas marchan, la gente se contagia y hoy ha sido posible sacar más de una sonrisa. Y que no se me olvide! que también estaban apoyándonos desde Ciudad Real hasta Hong Kong! y alguna baja que hemos tenido pero se les agradecen igual las ganas de ayudar :)
 Y aquí, lo que yo considero nuestro primer gran éxito, el primero en poder beneficiarse de la iniciativa! Ojalá y entre todos logremos muchas sonrisas como las conseguidas en el día de hoy, que eso de regalar sonrisas está barato todavía ;)

¡Ya estamos en la calle!

Tal vez sea verdad que las locuras son solo sueños esperando a que los hagamos realidad; y hoy, este pequeño sueño ya es un poquito menos locura. Las primeras sonrisas en forma de ticket-café han sido repartidas esta mañana por las calles de Pamplona, acompañados de algún que otro polvorón. Hay quien incluso ya ha disfrutado de su café pendiente en el bar La Granja de la calle Estafeta, el primero en subirse al vuelo! Gracias también a ellos!

Sin embargo, muchos otros establecimientos han querido ser un ladrillo más de este castillo mágico que estamos construyendo con aroma a desayuno (o café medio-mañanero, de sobremesa, o de merienda a media tarde…qué más da!). Poco a poco iremos viendo por las calles más y más locales con nuestro cartel, en todos ellos podreís crear un nuevo café pendiente! Iremos informando de todos y cada uno de los lugares que se sumen a nuestra aventura!



No solo eso amig@s! Si no que tampoco son pocas las personas que esta mañana han escuchado lo que queríamos contarles sobre los cafés pendientes, todos juntos estamos con ganas de darle fuerza y voz a esta ilusión!  Gracias a tod@s!!!


Poco a poco tendremos imágenes de esas primeras alegrías que ya corren como locas por nuestras calles! Cafés pendientes…¿Quieres soñar con nosotros?





lunes, 23 de diciembre de 2013

Primeros pasos

Poquito a poco, este bonito proyecto avanza. 
Ya tenemos preparados los carteles que adornarán los cristales de las cafeterías que se sumen a esta iniciativa.
Y también están listos los primeros tickets, que dentro de poco empezarán a cumplir con su cometido. 



¿El comienzo de algo grande?

Todo esto comenzó hace tiempo, hacía años que yo me sentía realmente mal cada vez que veía a gente pidiendo en la calle, creyendo que los que no ganamos nuestro propio dinero tampoco tenemos mucho para ofrecerles ¿O sí que lo tenemos?
El año pasado, me tocó escribir una redacción que no sé cómo terminó hablando sobre el autoengaño, y se me ocurrió poner el ejemplo de la reacción de la gente cuando ve a un mendigo, momento en el que pienso que de una u otra manera casi todos terminamos por engañarnos a nosotros mismos.
Según escribí, hay personas que prefieren no darles dinero pensando que es probable que lo inviertan en algún vicio, y no en lo que deberían, y parece que con pensar que les están ayudando a no seguir con ellos su conciencia se acalla.
Luego están los que procuran pasar rapidito, mirando el móvil o hacia otra dirección, y con suerte devuelven el saludo tímidamente. Sé que la conciencia de esta gente no está tranquila, y saben que algo marcha mal, pero se dicen que su ayuda no serviría de nada sin siquiera intentarlo, y por lo general continúan hacia donde se dirigían olvidando a esa persona que pasará el día en la calle una vez que han cambiado de acera.
Tampoco podemos olvidar a quienes sí se acercan a intentar colaborar un poco, lo cual siempre es de agradecer, pero por lo general se limitan a depositar algo de dinero y marcharse como temerosos, sin siquiera mirar a los ojos de la persona a quien lo dan.
A mí ninguna de estas opciones me convencía, y me preguntaba si no podría intentar hacer algo más, ya que algo mi interior parece gritar una queja cada vez que veo a la gente pasar indiferente a su lado, como si de una parte más del típico mobiliario urbano se tratasen.
Así que, sólo faltaba alguna idea, y esa me la dieron las redes sociales, que sí, que de vez en cuando ¡tienen grandes utilidades! Por eso, cuando gracias a un amigo pude leer sobre la iniciativa de los cafés pendientes la cosa estuvo clara. Mi pregunta era, ¿por qué siendo una idea tan simple nadie la ha llevado a cabo en Pamplona? ¡Esto tengo que cambiarlo!
Mi primer intento fracasó, porque al parecer no era buen momento, pero eso sí, la gente que se quiso unir a mi proyecto siempre estuvieron ahí animando a que todo saliera adelante y mostrando una total disponibilidad.
Por eso mismo no podía fallarles, y como una es cabezona, finalmente lo logré! El bar La Granja, en la calle Estafeta me dio la oportunidad. Fue así como conseguí salirme con la mía y llegamos a un acuerdo, según el cual en su establecimiento alguien puede dejar pagado un “café  pendiente” y recibirá un vale para poder entregar a quien juzgue que lo necesite (Ojo! sea alguien en la calle o cualquier otra persona, que lamentablemente la cosa está bastante mal estos últimos años).
Así que, bueno, a partir de ahora ya puedo llevar un ticket siempre en la cartera, y si encuentro a alguien que pueda necesitarlo, no pasar de largo, si no acercarme y ofrecerle que pueda ir a un lugar caliente y tomarse algo que yo le invito.
Sé que no arreglaré gran cosa con ello, pero me parece una bonita manera de acercarme a hablar con esas personas, de pasar de esa indiferencia que la sociedad parece inducir y tratar de romper con el automatismo de la gente que al verlos directamente pasan de largo ya sin plantearse nada de nada.
Así que, os animo a todos a que si vuestra conciencia os da un toque al ver a alguien en la calle os suméis a esta iniciativa, ya que estoy muy de acuerdo con algo que decía el gran Gandhi: “Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga”.

 Y gracias infinitas a todos los que os suméis y  a quienes han colaborado dando vida a mis ideas, sois geniales! J